Cinco años de retos

Ya han pasado cinco años desde que acepté el reto de abrir una delegación de SECOT en Jerez.  Comencé sólo y poco a poco fuimos creciendo.  Sólo por haber conocido a mis socios ya hubiera merecido la pena esta historia.  Algunos, Carlos, Luis, Paco, se fueron y nos dejaron, a sus familias y a sus amigos, un pedacito de ausencia, un pellizquito de pena… 
Pero, además, llegaron los emprendedores, con su mochila de ilusiones planteándonos retos nuevos.  Y eso es la segunda cuestión por la que hubiera merecido la pena abrir la delegación: la cantidad de cosas nuevas que tuvimos que aprender. 

Porque, digámoslo despacito para que nadie nos oiga: nosotros no lo sabemos todo…  Pero aprendimos ayer, estamos aprendiendo hoy y aprenderemos mañana ideas que nos enriquecen:  cómo comunicar bien nuestra experiencia, cómo llegar bien a la mente del emprendedor, cómo mostrarles a quienes nos piden ayuda sus debilidades sin hacerles sangre, cómo hacerles ver las fortalezas que, muchas veces, ni saben que tienen, cómo analizar sosegadamente, cómo trabajar en equipo…

En estos cinco años hemos superado retos, hemos crecido por dentro, hemos ayudado a muchos que, por edad, podrían ser nuestros hijos, tal como nos gustaría que otros hicieran por los nuestros propios si alguna vez les hiciera falta.           
 
A nuestro asesorado Isaac Ortigosa (http://valmontgourmet.com) le preguntaron, para una entrevista que saldrá publicada en breve ¿Recomendaría a alguien que se esté iniciando que acuda a SECOT?   Y esto es lo que respondió:
“Totalmente. El valor intangible que aportan a los proyectos es mayor que lo que puede cuantificarse. Mucha experiencia, desarrollo y dedicación les avala. Además de entregarse a la causa como parte propia del mismo proyecto. Destacar sobre todo la gran calidad humana que nos hemos encontrado”.

Cinco años de retos.  Ahora a por los siguientes.